¿Qué es verdaderamente la moda "genderless"?
Somos muy dados a crear nuevas divisiones para definir la moda que no es ni “femenina” ni “masculina: moda genderless, unisex, gender fluid, androgina, agénero, género neutral, género diverso, etc. Cotidianamente estos términos se usan casi como sinónimos pero realmente cada uno designa a unx consumidorx distinto, al tratarse de la expresión de la identidad el concepto que utilicemos en una marca no debe ser tomado a la ligera, se debe elegir acorde a la filosofía de marca y a partir de ello tomar acciones que satisfagan de la mejor manera a lxs consumidores a los que nos dirigimos, es por ello que con este artículo nos adentraremos a detalle en lo que implica diseñar fuera de las categorías tradicionales del género y los diversos retos que representa entorno al diseño y construcción de productos, estrategias de venta, estudio de mercado y publicidad.
Disclaimer: Los temas en torno al género son en sumo complejos, de manera personal me falta mucho por aprender, por lo que este artículo no trata absolutamente todos los matices del tema en cuestión, está limitado a la información que se obtuvo después de un proceso de investigación.
Iniciemos recordando que el género involucra a la moda debido a que esta es un sistema de comunicación social usado desde los inicios de la humanidad y el género es un constructo social que se expresa e interpreta de múltiples formas, entre ellas a través del vestir.
Las divisiones de moda no binarias suelen considerarse como un movimiento reciente, ya que comenzaron a verse en tiendas y marcas a partir de los 90’s y 00’s; sin embargo, las personas se han vestido fuera de la categoría asignada a su sexo desde mucho atrás.
Por mencionar algunos hitos: en los años 20 las mujeres comenzaron a portar estilos andróginos por el impacto que tuvo la ausencia de los hombres durante la primera guerra mundial; posteriormente, la percepción del género fue influenciada por movimientos sociales como el feminismo en 1960, esto tuvo como consecuencia el uso de estilos “andróginos” en 1970 y el “glam” de 1980, que luego daría origen al término “unisex” para describir artículos idóneos tanto para hombres como para mujeres.
Si damos el salto a la actualidad, la identidad de género cada vez se perfila más como un concepto que desafía las tradiciones volviéndose difícil de tipificar porque se compone de ideas, sensaciones y sentimientos abstractos e individuales para cada persona, siendo cada vez más quienes se atreven a expresar identidades que deconstruyen todas las preconcepciones de lo que debe ser el género, porque este no consiste en lo que unx “es” o “tiene”, sino que es un performance.
Para el mercado contemporáneo, la generación Z se vuelve un target cada vez más importante por el aumento de personas de este segmento de edad que se suman a la población económicamente activa, este sector es caracterizado por el alto porcentaje de personas que compran artículos que no son asignados a su género en comparación al resto de los sectores poblacionales.
Esto se debe a que, si bien la ropa es un instrumento de autodefinición para todas las personas, cuando hablamos de las comunidades cuya expresión es atípica del cisgénero, la moda es aún más relevante para expresarse y representarse porque constituye un espacio seguro para la exploración, ya que la moda y el género tiene una característica en común: no se pueden limitar.
Para la población hegemónica, el ver como las personas se expresan fuera de las condiciones que le son familiares y por ello aceptables, le genera una sensación de pérdida de control lo cuál envuelve el tema del género en alta polémica, es por ello que abordar al mercado fuera de categorías binarias conlleva implicaciones políticas y responsabilidad social, no debe tomarse a la ligera, ni ser visto como una tendencia porque requiere sensibilidad para aproximarse a un consumidor que es marginado por la forma en que expresa su identidad de género. Llegando incluso a que como marca tengamos que llegar a hacer frente a comentarios transodiantes, por mencionar un ejemplo, tenemos el caso de la marca hidrocálida de lencería Boreal, hace unos años dicha marca lanzó una línea de lencería para personas peneportantes, a pesar de que este paso se daba por petición del mercado y fue visto con buenos ojos por muchas personas, recibió una oleada de comentarios de odio, que para una microempresa dirigida por una única mujer llegaron a suponer el cierre de dicho emprendimiento.
Como marca importa que nos involucremos más allá de la superficie y nos demos cuenta de que la realidad de las personas trans no binarxs y de género queer no es siempre fabulosa, debemos conocer de su realidad para comprenderles mejor y por ende crear artículos que se adapten de manera más adecuada a sus necesidades. Aspectos como el trato de los vendedores en las tiendas, la manera en que seccionamos una página web, el display de productos en tiendas físicas y la publicidad son aspectos que marcan la brecha entre marcas de categoría disidente y el cómo se trasladan a la realidad del consumidor.
Para ejemplificar esta idea me gustaría comentar algo mencionó Hugáceo Crujiente (personalidad de internet no binaria conocida por formar parte de la escena drag en España) en el podcast de La Mancha Crujiente, Hugáceo cuenta que cuando comenzaba a ir a tiendas a comprar maquillaje las empleadas le miraban raro, por lo que ellx tenía que decir que estaba buscando cosas que le encargó una amiga, incluso llegaba al nivel de fingir que estaba hablando por teléfono con la amiga que le indicaba qué pedir, sin embargo ahora la situación es diferente. Si miramos el panorama actual de la industria de la belleza, nos damos cuenta de que las marcas ya son consientes de que sus consumidores no son únicamente mujeres cisgénero, por lo tanto en sus campañas, diseño de producto y elección de influencers, encontramos representación diversa.
Recordemos que hoy en día las marcas de moda comunican estilos de vida con los que el consumidor se identifica y por ende compra prendas. Para muchos consumidores de género disidente más que preocuparse por si un producto está etiquetado para ellxs, lo que verdaderamente importa es que este sea diseñado tomando en cuenta su realidad y que esto sea comunicado apropiadamente, para poder diseñar tanto productos como estrategias dirigida al público de la disidencia de género es necesario escuchar sus voces, saber qué es lo que la moda representa para ellxs y cómo es que quieren vestir realmente; para lograr esto de una manera mucho más efectiva es importante que las acciones no se queden únicamente en la aplicación de inclusión en pasarelas y campañas publicitarias, es fundamental que la diversidad también este presente en las salas donde tiene lugar la creatividad y toma de decisiones.
Cuando se trata de elegir la división (genderless, unisex, gender fluid, andrógina, agénero, género neutral, género diverso, etc.) y por ende las estrategias que aplicarás como marca, el mejor punto de partida es entender los retos que se han generado para las marcas a partir del surgimiento de nuevos estilos de vida en los consumidores, para posteriormente adoptar aquel cuya importancia resuene más con nosotros.
Uno de los primeros retos se encuentra en las estrategias de retail anticuadas, que tienen las secciones divididas en ropa para dama y caballero, lo cual a su vez está causado porque solo cuentan con marcas binarias. Los consumidores llevan años pidiendo que desaparezcan las divisiones en los puntos de venta físicos.
Otro factor que necesita que los profesionales de la industria se pongan manos a la obra de inmediato, es la construcción, ya que todos los sistemas de patronaje existentes en la actualidad están limitados por el binarismo tomando como fundamento las diferencias de los cuerpos acorde al sexo biológico ¡Es inexistente la bibliografía de patronaje no binario!
En cuanto al diseño, si bien quiero recalcar que ningún enfoque de diseño es malo, es importante resaltar el sentir de los consumidores en cuanto a las colecciones ofrecidas, ya que se percibe que aunque una colección se denomine dentro de una categoría de moda no binaria estas siguen teniendo elementos característicos de los géneros tradicionales, siendo sobre todo frecuente el estilo andrógino, es decir: “masculino”. Te recalco, no está mal si tus propuestas de diseño se caracterizan por esto, pero ten en cuenta que monopolizar el estilo masculino perpetúa el estigma de que lo masculino es universal y desplaza identidades “femeninas” por considerarlas menos válidas e incluso inaceptables para ciertos sectores por cuestiones de misoginia.
A la par de esto, muy comúnmente las marcas que tienen un target de género indistinto ofrecen prendas básicas en colores neutros, ya que artículos como las playeras y hoodies por la naturaleza de sus siluetas oversized pueden ser usadas por cualquier persona, si bien es válido, tomemos en consideración que no todas las personas que buscan moda no binaria tienen una personalidad urbana, es necesario poner en el mercado mayor variedad de estilos con prendas que no dependan de ser holgadas, porque de igual forma no todos los compradores quieren ese tipo de siluetas.
Adicionalmente, durante el diseño se suele caer en la “masculinización” de la mujer y la “feminización” del hombre, esta estrategia es muy superficial porque no explora las infinitas posibilidades que el diseño puede ofrecer a la expresión del género.
Al final, no existe una división mejor que otra, se debe elegir en base a la filosofía que quieras comunicar con tu marca para que seas capaz de abrazar a un mercado que quiere un enfoque de inclusividad. Más allá de los conceptos, cada diseñador puede generar propuestas acorde a su creatividad ya que a fin de cuentas el consumidor las usará para expresar su identidad única, la clave está en entender que “los diseñadores hacemos la ropa pero no dictamos quiénes la usan.”
Cierro este ensayo con una frase del diseñador Saint Sernin: “la vestimenta se define por el usuario, si la ropa la usa un hombre es menswear, si la usa una mujer es womenswear, si la usa una persona no binarix es no binarix”
Gracias por leer hasta el final, si quieres aprender más de este tema a continuación te dejo la bibliografía consultada para este artículo. ¡Hasta la próxima!
Loureiro, Eduarda. Has genderless become a fashion design label? Research Center for Architecture, Urbanism and Design. Lisboa, Portugal.
Kim et al. Analyzing genderless fashion trends of consumers’ perceptions on social media: using unstructured big data analysis through Latent Dirichlet Allocation. Department of Fashion Industry Ewha Womans University. Seúl, Corea del sur.
Marotta, Giovanna. Boreal: La marca de lencería inclusiva que desafió el transodio. Universo Mola. https://universomola.com/boreal-la-marca-de-lenceria-inclusiva-que-desafio-el-transodio